Las transformaciones físicas más sorprendentes de los famosos españoles

Quién ha visto y quién ve a la hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores. Una niña a la que se ha visto ante las cámaras prácticamente desde que nació, por lo que su cambio ha sido incluso más que evidente. Sin embargo, sería tras su primera aparición televisiva recibiendo a su tía Gloria Camila en Supervivientes que comenzaría a someterse a todo tipo de retoques, llegando a su apariencia actual, que nada tiene que ver con la anterior.

Si tuviésemos que enumerar todos los cambios físicos de Kiko Matamoros, probablemente nos faltaría espacio en una hoja de papel. La primera vez que el colaborador pasó por quirófano fue en 2011, para corregir la morfología de sus orejas y los párpados. Desde entonces, se ha modificado tantas cosas en su rostro que su cuenta bancaria tiembla cada vez que se acerca a un centro especializado en medicina estética.

Como en el caso de Rocío Flores, parece que el paso por televisión hizo que la sobrina de Isabel Pantoja se plantease muchas cosas acerca de su vida y cómo quería que se le viese de cara al exterior, porque la Anabel que conocimos entonces nada tiene que ver con la de ahora. Quizá el haberse convertido en una de las influencers más populares de nuestro país haya incentivado el cambio, quién sabe.

El diseñador y estilista, conocido por su relación con el fallecido millonario colombiano Rafael de Marchena, ha cambiado de rostro en varias ocasiones. Tantas, que algunos dudan que sus clientes en su trabajo como estilista puedan reconocerle en ocasiones. Todo por no envejecer es poco: rinoplastia, inyecciones faciales… La juventud se puede comprar, o eso creen algunos.

Los que conocieron a Oriana Marzoli cuando pasaba por Mujeres, y Hombres y Viceversa sabrán que la imagen de la venezolana nada tenía que ver con la que conocemos ahora de ella."Me fijo mucho en el físico, es verdad, es un defecto que tengo", reconocía en una entrevista. No nos sorprende, porque en los más de 10 años que lleva en activo, se habría sometido a varias operaciones: pecho, ojos, mandíbula… Cambios que han dado como resultado a la Oriana de hoy.

Parece mentira lo que puede cambiar el rostro una rinoplastia, pero es precisamente el motivo por el que muchos profesionales piden a sus pacientes que se lo piensen una y mil veces antes de someterse a la operación. Si la nariz del ex madridista era su rasgo más reconocible, en 2007 le dijo adiós tras un accidente en un partido. A esa operación le siguieron retoques más pequeños, como las infiltraciones o la ortodoncia que nos ha regalado al Ramos actual.

Cuando la fallecida duquesa de Alba anunciaba que contraía matrimonio con Alfonso Díez, 24 años más joven que ella, todo el mundo puso el grito en el cielo. El funcionario, que ahora tiene 73 años, supo vivir discretamente, igual que ahora, pero eso no quiere decir que no haya intentado frenar el paso del tiempo, haciéndose unos retoques aquí y allá. Lamentablemente, su rostro poco tiene que ver con el de antes.

Artista multifacética donde las haya, así es nuestra Leti, la única de esta lista que se lo ha operado absolutamente todo, de pies a cabeza. Ojos, labios, pechos, abdominales, glúteos, piernas… Hasta una reconstrucción de hímen. No hay parte de su cuerpo que no haya sido valorada por los expertos y los resultados.. Saltan a la vista en cualquiera de sus vídeos, porque lo que es esconderlos, no es que los esconda demasiado.

El marido de Alaska nunca ha escondido su amor por los retoques estéticos, y no han sido pocas las veces que el artista ha pasado por las manos de los profesionales. “La cirugía estética es maravillosa. Creo en la medicina y creo en el avance. Al igual que en el siglo XX se inventó la morfina y la penicilina para hacértelo pasar mejor, pues también recurres a la cirugía estética cuando tú no estás a gusto con una cosa que te ha venido dada. Es como la que se toma un Tranquimazin para dormir", llegó a decir en una entrevista.

Qué decir de la “Princesa del pueblo” que no se haya dicho ya. Si la de Paracuellos últimamente pasa por quirófano por obligación para que su cuerpo pueda sobrevivir a las secuelas de los accidentes de las ocurrencias del ya extinguido Sálvame (#DEP), hubo una época que pasaba día sí, día también, para cambiar su aspecto. La prueba está en la hemeroteca, y es que la Belén Esteban de ahora nada tiene que ver con la de sus inicios.