El lado oscuro de los partidos políticos: conspiraciones y teorías

Habrán pasado casi dos décadas, pero al Partido Popular parece que aúin no le acaba de convencer que los atentados del 11 de marzo de 2004 fuesen ejecutados por una célula yihadista, tal y como dejó clara la justicia. Muchos de los miembros del partido -incluyendo a algunos como Pablo Casado. todavía insisten en que se "oculta la verdad" y que fueron "otros" los que estuvieron detrás del trágico ataque. ¿Cuál es la verdad? Según José María Aznar dijo en su momento, "todo apuntaba" a la banda terrorista ETA. A pesar de todos los indicios en contra, la cúpula del PP siguió defendiendo esta tesis, asegurando que "sean quienes sean" consiguieron su objetivo, "cambiar el curso político de España".

La derecha radical norteamericana creó en 2017 la madre de todas las conspiraciones: QAnon. Una disparatada invención que ha calado hondo en algunos de los sectores más extremistas de la política nacional. Pablo Casado sustuvo en su momento que Pedro Sánchez planeaba un golpe de Estado, un cambio de régimen sin pasar por las urnas. Sobre todo, con lo sucedido en Cataluña en 2017. "Lo que pasa en Cataluña se utiliza ahora como coartada para un cambio de régimen", llegó a decir. Sus palabras fueron apoyadas por los líderes de Vox, que afirmaban que Sánchez quería "poner fin a la monarquía parlamentaria y el Estado de derecho".

La teoría de la conspiración acompañó al entonces líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, quien se presentaba para senador autonómico en el Parlament en 2019. El voto negativo de los independentistas se unía con la abstención de PP y Ciudadanos. Solo apoyaron la candidatura de Iceta los propios diputados socialistas y los de la Catalunya en Comú. A pesar de las evidencias del voto, la derecha sospecha de un pacto secreto entre PSOE y secesionistas, asegurando que era una "trampa de trileros" que estaban "fingiendo que se peleaban". "El 27 de mayo nos enteraremos de qué concesiones han hecho", repetía Albert Rivera, líder de Ciudadanos.

Una de las teorías de la conspiración favoritas de PP y Vox -y sus simpatizantes, que no se cansan de insistir en dichas alianzas- es especular con quién lleva realmente el poder en España y, adivinad, no es Pedro Sánchez. Según estos partidos, la lista de socios que mandarían en realidad es larga: Podemos, los presidentes de Cuba, Venezuela y Nicaragua - la izquierda bolivariana y socialcomunista-, Lula da Silva desde Brasil; la banda terrorista ETA, el PNV, Bruselas, el Foro de Davos, el FMI, el Banco Mundial, la  ONU y el multimillonario norteamericano George Soros, al que Abascal considera el “protector” de Sánchez.

La derecha española niega desde 2018 legitimidad al Gobierno de Pedro Sánchez. Primero porque, según Casado, nació de una moción de censura que hizo de Sánchez “un presidente ilegítimo” y, después, porque no tuvo fundamento real. Ya celebradas las elecciones de noviembre de 2019, la cosa no cambió, pero se adaptó el argumento: ahora Sánchez era ilegítimo porque los españoles no pudieron “decidir libremente”. La teoría de la conspiración de la derecha española proclama también que Sánchez ha silenciado y sometido el Congreso de los Diputados, con el que, aseguran, ya no cuenta. “Estamos viviendo un vaciamiento del parlamentarismo en España” porque ahora se dice que “todo se va a pactar con las ONG, la sociedad civil, los empresarios y los sindicatos.

La sentencia dictada por la Audiencia Nacional que condenó al Partido Popular como responsable civil en el pago por su extesorero, Luis Bárcenas, con más de un millón de euros en 'b', de las obras en su sede central en Madrid dejó un gran misterio tras de sí: no reveló quién estaba realmente tras el apunte "M.Rajoy" y otras menciones también presumiblemente atribuibles al exlíder del PP en los denominados Papeles de Bárcenas. En todo caso, los apuntes referidos a "M.Rajoy" nunca han sido investigados a fondo dado que la cuantía total que arrojaban no llegaría a superar los 120.00 euros anuales de cantidad defraudada que exige la ley para integrar un delito fiscal. El tal "Mariano" o "M.Rajoy" habría percibido un total de 163.507 euros entre 2003 y 2008.