“Todo el mundo habla de la obra, pero nadie de Cecilia Giménez, la artista que consiguió hacer de la corona de Cristo una permanente”, presentó Aida Nízar a la restauradora del ya famoso Ecce Homo, para momentos después darle un esquinazo en la cabeza con el cuadro. No es el mejor reportaje de Nízar para su sección Sálvese Quien Pueda, pero es el único en el que ella no salió herida.