Hay gente que no debería de hablar, porque cuando habla… Sube el pan. Si dicha gente es además influencer en redes sociales, más todavía, porque una sola metedura de pata puede tener terribles consecuencias. Ser influencer conlleva una gran responsabilidad, y no se deben decir cosas a la ligera. Sin embargo -y a pesar de todo lo que hemos visto con el paso de los años-, los hay que no aprenden. Os presentamos a los creadores de contenido con los escándalos más sonados del panorama nacional. La influencer se gana la palma con su discurso afirmativo sobre el agua y su función como agente deshidratador. Sus declaraciones le valieron en su momento convertirse en protagonista de todo tipo de memes, y no era para menos; porque Yers insistía en que el hecho de que en las botellas de agua no pusiese en la etiqueta que se trataba de un suero hidratante o algo que se usase para hidratar era porque escondía una verdad: el agua deshidrata. Cómo llegó a esa conclusión, nadie lo sabe, pero incluso animó a sus seguidores a buscarlo en Google y difundir el bulo. El estilista se colocaba él solo en el ojo del huracán cuando afirmaba estar harto de recibir el odio en las redes y pidió el despido de una community manager de Stradivarius porque dijo “no” a uno de sus estilismos en redes sociales. “Ahora voy a exponer los bullies que hay en esta industria y espero que tu jefa o jefe vea cómo manejas tus redes, porque si así llevas tu tema personal, no me quiero imaginar cómo llevarás las de Stradivarius, qué vergüenza”, dijo Díaz. Bien, las cosas no salieron como él habría querido, porque todo se volvió contra él. A Marta Pombo, la hermana de María Pombo, se le cruzaron los cables mientras anunciaba unas galletas proteicas de la que era imagen, y le salió muy caro. Tras exponer todos los puntos positivos de la marca para todos sus seguidores, la influencer grabó un vídeo confesando lo malo que era el producto, con la mala suerte de no añadirlo a "mejores amigos", sino a su historia pública sin querer. Hay que decir que lo borró directamente y pidió disculpas, pero… No surtió efecto. El paso de María Pombo por La Resistencia de David Broncano no le salió precisamente como esperaba. Además de la entrevista -que algunos calificaron de “bochornosa”- que concedió la madrileña, también se le pilló en una mentira con la que no quedó precisamente bien. La influencer llegó al programa con unos regalos para el público que dijo haber comprado ella misma, presumiendo de haberse gastado 2.300 euros. Sin embargo, no le costaron nada de nada. Como no podía ser de otra manera, se convirtió en la comidilla de las redes sociales. Ahora bien, la influencer no se pronunció al respecto. Ni una palabra, ni una sola disculpa. Tras protagonizar un anuncio de moda de baño en el que se reivindicaba la importancia de todo tipo de cuerpos, Dulceida publicó una imagen con cinco modelos muy delgadas y esbeltas para promocionar su propia marca. Sus seguidores pensaron que no estaba siendo precisamente coherente con lo que había estado predicando -eso, sin contar que en su marca ninguno de las prendas superaba la talla L-; y aunque la influencer intentó justificarse asegurando que eran simplemente sus “amigas”, las críticas fueron tan mal recibidas que la catalana cerró su cuenta de Twitter. Yoli Claramonte, exconcursante de Gran Hermano, decidió convertirse en influencer tras su paso por la casa más famosa de Guadalix de la Sierra, además de crear su propia marca y un canal de YouTube junto a su pareja, donde mostraba episodios de su vida. Sin embargo, fue precisamente su marca de ropa “para mamás e hijas” la que la puso en medio de la polémica, pues pronto fue acusada de hacer “dropshipping”, o lo que es lo mismo: comprar estas prendas de origen chino a bajo coste y revenderlas como suyas a un precio superior. A pesar de que Yoli aseguró que su marca era fruto de su duro trabajo durante meses, la jugada no le salió demasiado bien, pues muchos seguidores se dieron cuenta de que las prendas que supuestamente había diseñado la influencer se vendían en tiendas chinas online a precios muy baratos. El nutricionista Carlos Ríos, conocido por crear la comunidad Real Food, fue muy criticado por su opinión sobre los trastornos de la conducta alimentaria. El gurú alimentario hablaba en TikTok de las enfermedades, insistiendo que criticar lo que come otra persona puede provocar estos trastornos. "Vivimos en una sociedad de cristal que se ofende cuando le dicen las verdades a la cara. Porque jode mucho que te digan que estás comiendo una mierda. Porque tú lo que quieres es autoengañarte y seguir comiéndola. Así que sigue comiéndola tranquilamente y verás dentro de unos años el bonito resultado".