Eurovisión es un festival que lleva casi siete décadas uniendo territorios y derribando fronteras para celebrar la música. Para llevar a cabo la competición, cada país participante manda a un artista (escogido previamente a través del público o elegido de manera interna por la televisión de ese país) e intenta jugar sus cartas de la mejor manera posible para hacerse con el triunfo.

Mientras que países como Suecia o Irlanda han ganado siete veces y otros como Italia o Ucrania pueden presumir de una gran representación, España tiene la fama de pertenecer al grupo 'maldito' y de quedar siempre entre los peores.

Si bien Chanel y su Slo Mo redefinió la trayectoria de nuestro país en el concurso hace dos años con un increíble tercer puesto, hubo un tiempo en el que no levantábamos cabeza. Aquí os dejamos un ranking con las peores actuaciones de España en Eurovisión, basándonos en el conjunto canción-artista-puesta en escena.

10. Que me quiten lo bailao (Lucía Pérez)

Mandar a Lucía Pérez, una artista que escribe y canta grandes temas en castellano y gallego, con una canción tan básica y una coreografía de final de curso de sexto de primaria no fue la decisión más acertada. Si bien la actuación fue efectista y no quedamos 'tan mal' como otros años, desaprovechamos el gran potencial de la cantante. 

Aun así, la frase que lleva por título el tema se convirtió en parte de la cultura popular de nuestro país y el bailecito de las manos en la coreografía oficial de las fiestas eurovisivas.

9. Algo prodigioso (Josep Guardiola)

La tercera vez que España participó en Eurovisión (año 1963), decidió llevar a un cantante 'prodigioso' con una gran voz. El problema fue que el tema era muy aburrido y pasó completamente desapercido en una edición llena de grandes baladas y temas con fuerza y garra. 

Nuestro país no despertó en el festival hasta el año 1966, momento en el que llevamos a Raphael y su gran Yo soy aquel.

8. ¡Ay, qué deseo! (Antonio Carbonell)

En 1996, España fue representada al festival de la canción por Antonio Carbonell. Si bien se trataba de un tema original y el cantante pudo lucir su capacidad vocal y algunos de sus giros más originales, la falta de carisma del protagonista y la terrible participación de las coristas hacen que a día de hoy esté considerada como una de las peores actuaciones de España en dicho certamen.

7. Voy a quedarme (Blas Cantó)

A Blas Cantó le pilló la pandemia y tuvo otra oportunidad para mejorar su tema y conseguir un buen desempeño en el festival. Sin embargo, con este uptempo genérico solo consiguió pasar completamente desapercibido y desaprovechar un gran torrente de voz. 

El artista defendió que dedicaba el tema a su abuela fallecida, algo que muchos seguidores criticaron de 'oportunismo' ya que la letra decía ''Voy a besarte, muy lento, como la primera vez'', entre otras frases amorosas.

Muchos fans del certamen califican esta actuación como una de las grandes oportunidades perdidas de España en el concurso, puesto que Cantó era un artista con nombre en el territorio y nada acompañó la candidatura: canción floja, una luna gigante sin sentido en el escenario, etc.

6. Colgado de un sueño (Serafín Zuribi)

Nadie entendió nunca por qué Televisión Española escogió por segunda vez a Zuribi para representar a España en Eurovisión si el primer año que participó pasó completamente desapercibido. Si bien es un gran cantante y en 1992 llevó un tema acorde a la época (Todo esto es la música), en el año 2000 hizo que millones de personas se durmieran en vivo con una canción sosa y sin gracia alguna que sonaba a 'antiguo'.

5. Llámame (Víctor Balaguer)

A pesar de su buena calidad vocal y de la buena música que acompaña al tema de Balaguer, esta canción se considera una de las más 'cansinas' de la historia de Eurovisión. Ni siquiera la exagerada interpretación del cantante hizo que la audiencia conectara con la pista, la cual a día de hoy es una de las grandes olvidadas de España en el festival.

4. I love you mi vida (D'Nash)

Lo peor que puede hacer España en Eurovisión es intentar ir de lo que no es.

Esta canción, coescrita por Rebeca (Duro de pelar) fue una de las participaciones más lamentables de nuestra historia en el concurso musical. Coreografía pobre, vestuario excéntrico, mal desempeño vocal, una letra que hacía aguas... un episodio oscuro en la ficha de nuestro país que se salva del top 3 por la gran actitud de los cantantes y la energía que le pusieron a la performance.

3. Baila el Chiki-Chiki (El Chikilicuatre)

Año 2008. Lo que empezó como una broma en el programa de Buenafuente llegó a Belgrado e hizo gracia al público general. España consiguió su mejor puesto en cuatro años y demostró que, en Eurovisión, es mejor tener carisma y una idea creativa que una gran voz o una balada tremendista.

Sin embargo, para muchos fue un chiste y una manera de avergonzar a los fans españoles del festival, puesto que David Fernández (el Chikilicuatre), nunca se tomó la competición en serio. Cosa que, por otra parte, le hizo convertirse en todo un fenómeno social y musical.

Además, hay que destacar que el Chiki-chiki hizo que millones de personas recuperasen el intéres por el festival y que la cadena registrase un gran dato de audiencia en nuestro país (solo superado por Rosa López).

2. Do it for your lover (Manel Navarro)

Mal empieza lo que mal acaba. El joven 'surferito' de la canción 'radiofónica' fue elegido para representar a nuestro país despertando una oleada de odio e injusticia que marcó para siempre su andadura en el festival de la canción. Cabe destacar que, en la preselección nacional española, Mirela Cabero quedó empatada con Navarro y que, pese a que la mujer fue la más votada del público (regla que hizo que Ruth Lorenzo fuera a Eurovision en 2014), la cadena decidió a última hora que desempataran los miembros del jurado, quienes optaron por el joven.

Quedamos ultimísimos, ya que solo recibimos 5 puntos del televoto de Portugal. Muchos culpan al cantante y al gallo que le salió del fracaso, pero dicho 'giro vocal' fue, al menos, un momento icónico.

1. Bloody Mary (Las Ketchup)

Ya no se trata de quedar mal (con las intérpretes del Aserejé conseguimos un 21º puesto de 24º), sino que esta actuación nunca tuvo ningún tipo de sentido artístico ni escénico.

Tres minutos en los que las cantantes interpretaronn un tema de baja calidad mientras giraban en sillas de oficina saliéndose de ritmo y afinación y 'llevaban diseños de Paloma Urban Fashion'. Los bailarines refregándose por el suelo tampoco ayudaron, ya que el conjunto resultó ser un verdadero cuadro.

Por todo esto, el año 2006 ocupa el primer lugar dentro de la lista de las peores actuaciones de nuestro país en el festival eurovisivo.

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