La prohibición de compartir la foto de Ana Obregón saliendo de un hospital de Miami

Imagino que la que empuja la silla cobrará unos pocos dolares por hora. Tampoco le pagará derechos el Hola. Podría buscarse un abogado, en EEUU algun milloncejo seguro que saca

Un pequeño negocio más del que la madre, la madre de verdad, la que parió, no vera un duro.

Malditos derechos de autor filo fascitas que protegen el sueldo de empleados de revistas de corte amarillistas, que me prohíben reproducir imágenes de las que depende el pan de bastantes "periodistas" con mensajes igualmente amarillistas pero con matices de corte político y mentiras impresas. Libertad no es tomarse cañas, es poder decir cualquier opinión sin fundamento mientras cometo un delito y llorar si se me pide amablemente retractarme sin implicaciones ideológicas.