También tenía una mala noticia para los trolls: se va a seguir poniendo lo que le salga de las narices: “Lo siento, de verdad, soy muy feliz y hago lo que me da la gana y visto como me apetece. Y también de nuevo, lo siento pero este año me volveré a poner lo que quiera”.
Y para finalizar, seguía alucinando –igual que cualquiera con dos dedos de frente– con que cinco meses después se siga hablando del vestido que lució en Nochevieja: “De verdad que no las busco, yo sólo quiero ser feliz, sin meterme con nadie y vivo ajena a todos los malos comentarios. Pero una vez más me siento atacada y alucino porque como a día de hoy, 9 de mayo, ¡¡¡se sigue hablando de mis vestidos de Nochevieja y de si enseño o no!!! ¿Pero esto está pasando? ¿En serio?”