Pero he aquí que los peores negreros reaccionarios surgen indignados en nombre de la libertad.
¡Bonita libertad de imprenta!-gritan ellos- Vosotros os llamáis anarquistas, pero quisierais la libertad solamente para vosotros; para los demás la mordaza, etc.
No, esos liberales, que si pudieran nos harían pudrir en la cárcel por el simple delito de pensar, cuando no hubiera hechos más concretos que atribuirnos, con nosotros se equivoca.