La camarera le preguntaba al joven cómo le gustaban las chicas, y su respuesta fue de vergüenza ajena: “Pues que tengan buenas tetas…. una chica como tú, simpática, y que no sea madridista, por dios. No las quiero. No quiero madridistas, por dios”. Vamos, toda una perla, que también confesaba que su ídolo era Bertín Osborne. El chaval promete, pero si nosotros llegamos a ser Lidia Torrent, le giramos la cara.