Pues ojalá le vaya bien. Me imagino teniendo una hija ciega y yo también estaría preocupadísimo por su seguridad, y más hoy en día, habiéndose disparado los robos, asaltos y la violencia sexual, sobre todo en las grandes ciudades.
Lejos quedan aquellos tiempos en los que los críos podían ir a su centro de estudios caminando y volvían a casa de la misma manera. Hoy en día (y en ciertas zonas), eso es inimaginable.
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