Hay quien diría que si las necesidades básicas y el trabajo no están asegurados la población no se halla en verdadera libertad para potenciar la democracia. La verdadera democracia es tan fuerte como el más débil de sus ciudadanos.
Diría que si los políticos elegidos pueden hacer y deshacer lo que quieran, sin consultar a la población, ni mucho menos obtener su permiso, incluso cuando esa acción suponga una contradicción a su propio programa por el que le votaron.
Que esa separación de poderes de la que farda occidente y que nos hacen aprender en el cole repitiendo como loros "legislativo, ejecutivo y judicial" en realidad no existe.
Que cuando un político falta a su palabra y miente a su población, especialmente a sus votantes; no se le echa de su cargo, sino que se le pide amablemente que dimita, y nunca lo hacen si no hay nada ilegal de por medio (y ni aún por esas muchas veces).
Pues si, la democracia es una broma.
¿Puede haber algo mejor? Habría que verlo.
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