En la calle Ferraz, el escenario se torna cada vez más tenso mientras los manifestantes de derechas expresan su descontento, arrojando bengalas y petardos que iluminan el tumulto nocturno. La atmósfera se carga de una energía tumultuosa, alimentada por la frustración y la indignación.
En medio de la protesta, la discordia interna entre los manifestantes de derechas se manifiesta de manera palpable. La policía, desplegada en la zona, se ve obligada a intervenir para separar a algunos individuos que, pese a compartir una inclinación ideológica común, se enzarzan en peleas acaloradas debido a divergencias internas.
La causa de esta manifestación en la sede del PSOE es la reciente aprobación de la Ley de la Amnistía, un acuerdo entre el PSOE y Junts destinado a perdonar los delitos cometidos por Carles Puigdemont por la independencia de Catalunya. Este polémico pacto ha exacerbado las tensiones políticas y sociales, llevando a los manifestantes a expresar su descontento de manera enérgica y, en algunos casos, violenta.
La calle Ferraz se convierte así en el epicentro de un conflicto donde las emociones, las diferencias ideológicas y la protesta por decisiones políticas controvertidas se entrelazan en un escenario caótico y volátil.
