Sería divertido si no fuese porque un descerebrado se lo tomó en serió y quitó, todo indignado él, las protecciones de una obra similar a esta. Hay que estar muy, pero que muy mal para que te ofendan los churros amarillos estos. Y encima los dejó en el suelo, aparte de monguer, guarro.
Por cierto, si alguien se abre la cabeza ahí por no llevar protecciones y teniendo en cuenta que su jeta está por Internet mientras comete su gran hazaña... ¿quién es el responsable, la obra o el lumbreras?
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