Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha revelado que los mensajes que intercambió con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a través de WhatsApp durante la pandemia han sido borrados de su teléfono. En una entrevista con Ana Rosa Quintana en Telecinco, Ayuso explicó que mantuvo "tres o cuatro" conversaciones con Sánchez en aquel periodo, centradas en temas relacionados con la gestión de la crisis sanitaria, aunque, según ella, de "poca enjundia política". En esos mensajes, la dirigente madrileña le pedía al presidente que no cerrara Madrid, algo que finalmente sucedió.
Ayuso vinculó la desaparición de estos mensajes con el reciente escándalo del borrado de conversaciones del fiscal general del Estado y otros funcionarios, sugiriendo que podría haber un patrón de eliminación de pruebas. "Igual que han borrado todas las conversaciones del fiscal, del entorno del fiscal, de esos funcionarios que me querían mandar gotitas de cianuro, han robado ordenadores básicos donde había también causas contra la vicepresidenta del Gobierno y contra ministros por difamar a un particular", afirmó, refiriéndose a denuncias recientes sobre robos de ordenadores y destrucción de pruebas.
La presidenta madrileña se preguntó abiertamente si desde La Moncloa se estarían utilizando "programas informáticos" para borrar conversaciones y expresó su preocupación por un posible espionaje a su teléfono. "No sé si del mío o de mucha gente que tenía conversaciones con él. No lo sé, yo solo sé que tenía un grupo, o sea, tenía un chat con él que no está, ha desaparecido, borrado", declaró. Además, reveló que las fotos asociadas al WhatsApp de Sánchez también han desaparecido de su dispositivo.
Ayuso relacionó estos hechos con lo que calificó como una "operación de Estado" destinada a destruirla políticamente, mencionando allanamientos de viviendas, robos de ordenadores y la destrucción de pruebas. "Han entrado luego operaciones entre agentes, no sé de qué niveles, por las que se roban ordenadores, se allanan viviendas, se destruyen pruebas y se persigue", denunció. Finalmente, ironizó sobre la posibilidad de que su teléfono estuviera intervenido, comparándolo con prácticas propias de regímenes autoritarios como Corea del Norte.
Esta revelación ha añadido más tensión a la ya deteriorada relación entre Ayuso y Sánchez, y ha abierto un nuevo frente de controversia en el panorama político español.
