Un nuevo robo de cable de cobre ha provocado el caos en la línea de alta velocidad que une Madrid con Andalucía, afectando a más de 10.000 viajeros solo el domingo del puente de mayo. Aunque la incidencia se resolvió en parte para la tarde del lunes, con trenes funcionando casi con normalidad, los retrasos acumulados dejaron huella.
El robo, calificado como "sabotaje" por el ministro de Transportes y el presidente de Renfe, se produjo en cinco puntos distintos y tuvo un impacto sin precedentes, a pesar de que el botín se estima en apenas 300 euros por los 150 metros de cobre sustraído. Las autoridades evalúan compensaciones a los pasajeros, mientras crecen las preocupaciones por la seguridad en la red ferroviaria.