Será el estrés, que te hace proyectar sobre el mensajero las emociones negativas que te embargan. Ojo, que lo comprendo perfectamente: a cualquier persona medio decente (y voy a suponer que tú lo eres) le resultaría problemático estar defendiendo un resultado de 30.000 muertos por razones electoralistas. Es normal que esté a la que salta.
Lo mejor que puedes hacer es relajarte un poco... no sé, hazte otra paja viendo declaraciones de Fernando Simón y repítete a ti mismo que nadie hubiese podido hacerlo mejor y que 30.000 muertos dan para medalla.
No te preocupes, que para para poner en su sitio a un ******* me sobra con las poquitas que me quedan.
Te lo pregunto de nuevo, y esta vez intenta contestar sin salirte por la tangente: ¿de dónde sacas esa idea de que me alegro del dolor ajeno? ¿Acaso he dicho "qué bien, qué alegría, 30.000 muertos"?
No se atreven a decir cuántos han muerto exactamente, no sea que no puedan blanquearlo. Porque lo importante para el Gobierno no es cuántos hayan muerto, sino cuántos votos pueden perder.
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