Hoy quiero deciros que soy de derechas y no me avergüenzo de ello. Últimamente está mal visto en España y yo mismo he intentado alguna vez buscar una justificación "de izquierdas" a mis ideas, pero me he dado cuenta de que es absurdo. Soy de derechas y no hay nada de malo en ello.Empezando por algunos tópicos, ser de derechas no es ser conservador. Creo en el derecho al aborto. También en el matrimonio homosexual y en su derecho a tener hijos. Cualquier "espectáculo" taurino debería estar prohibido. El Estado debería ayudar a los niños robados a encontrar a sus familias. También debería buscar e identificar a los muertos de las cunetas. Incluso soy republicano, pues aunque reconozco que hay ciertas ventajas diplomáticas en mantener la monarquía, no encuentro justificación a que un cargo público pueda ser hereditario. ¿Entonces qué diferencia la izquierda de la derecha? Para mí ambas ideologías tienen un mismo objetivo, pero tratan de alcanzarlo por distintos caminos. Ese objetivo es tener un país en el que todos sus habitantes puedan tener una vida plena y tranquila. El camino de la izquierda prioriza el reparto de riqueza, lo que se consigue por ejemplo elevando los impuestos a las clases altas y las grandes empresas. Pero el reparto de riqueza empieza ya antes, aumentando los salarios mínimos y mejorando al máximo posible la estabilidad laboral. La izquierda además tiende a intervenir la economía, nacionalizando algunos sectores, para priorizar en ellos el servicio público por encima de la rentabilidad.Respeto esta opinión, pero creo que es equivocada. El error está en que intervenir la economía y elevar los impuestos a las grandes empresas y empresarios, especialmente en un mundo globalizado, lleva a que las inversiones se vayan a otro lugar. Esto genera paro y menor recaudación de impuestos, en definitiva disminución de la riqueza. Aunque nos esforcemos en repartir equitativamente lo que queda, eso solo garantiza que seamos iguales, no que tengamos una vida plena. En mi opinión el camino correcto es el de la derecha: intervenir la economía lo mínimo indispensable para garantizar condiciones laborales dignas, compatibles con una vida plena; y para garantizar la libre competencia. En cuanto a los impuestos, estoy de acuerdo en que sean más altos para los más ricos, pero nunca en exceso.De esta forma la economía crece, pues tanto los empresarios como sus empresas tienen más dinero disponible para invertir y además se atraen inversiones extranjeras. Esto disminuye el paro y cuando es lo suficientemente bajo, los salarios necesariamente suben sin necesidad de modificar el mínimo.De esta forma, aunque la desigualdad sea mayor que con la izquierda, hay más riqueza que repartir y eso significa que aunque a los trabajadores menos cualificados les toque una menor proporción, en realidad es más cantidad. Y no solo hablo de dinero, sino también de sanidad, educación y todos los demás servicios públicos. En definitiva, yo también quiero una sociedad igualitaria, pero más que eso me importa que todos tengamos la mejor vida posible. Si para eso los ricos tienen que ser más ricos, pues que lo sean. Prefiero repartir mal la riqueza, que repartir a la perfección la pobreza.¡Y ojo! Ser de derechas no es ser del PP. No solo por su corrupción y por su conservadurismo, sino porque dentro de la derecha caben muchas ideas económicas y con el PP tengo muy pocas en común. La semana pasada voté a C's y reconozco que tampoco encajo con ellos a la perfección, pero dentro del voto útil era la opción más cercana que tenía. No soy un empresario, ni tampoco millonario. Tengo un contrato temporal en prácticas con el que apenas llego a mileurista, a pesar de tener un posgrado, un excelente expediente y experiencia laboral previa. Mi padre tuvo que vender su casa para poder cancelar una hipoteca que no podía pagar. Mi madre es funcionaria y ha sufrido los recortes en educación.Soy de derechas y no me avergüenzo de ello.