Seamos honestos, los chiringuitos se refieren a organizaciones o bien de estado o bien paralelas al mismo sin funcionalidad real que permiten, ya no solo enchufar a los colegas, sino también crear estructuras parasitarias independientes, para cuando toque ir a la oposición mantener ciertas influencias. Las donaciones privadas son criticables, y me parece lícito abogar por una ley de partidos donde las mismas se prohibiesen, pero día de hoy son legales y hablamos de dinero privado, no público. Lo más criticable de los chiringuitos no es que estén completamente politizados o lo inútiles que son, si no que vivan de subvenciones del gobierno, los pagamos todos independientemente de lo próximo que estemos a las ideologías o el mensaje que profesan. A vox puedes aborrecerlo, pero las donaciones son de fulanos privados con su misma ideología.
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