Como siempre, la culpa de que la izquierda se haya fragmentado es de los maricas, las bolleras y los travelos. El blanco fácil. Es mejor hablar de la clase obrera como si solo existieran los hombres cabeza de familia que van a la fábrica 14 horas y se junta con sus camaradas a cantar la internacional. Es que es acojonante ver a gente de izquierdas echar mierda a la peña LGTBI solo porque reivindicamos, aparte de todo el asunto de lucha de clases, que también entre la clase obrera nos discriminan. Que no siempre el cabrón es el de trajecito y corbata
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